Ser el restaurante elegido por un cliente, frente a la cantidad de opciones disponibles, no es fácil. Por ese motivo, nuestros Chefs UFS reunieron algunas buenas ideas para tu restaurante:
- Localización y Ambiente: para atraer al público lo ideal es que el establecimiento esté ubicado en una zona estratégica, con mucho movimiento o cerca de áreas con gran demanda de empresas, oficinas, hospitales o universidades. Contar con un espacio agradable, que incentive a la gente a entrar y conocer, también contribuye para llamar la atención de los clientes. Una decoración hecha con esmero y la iluminación correcta, marcan la diferencia.
- Limpieza y seguridad alimentaria: mantener el ambiente completamente limpio y de acuerdo con las normas legales es fundamental. Nada es capaz de compensar la falta de limpieza y de seguridad alimentaria. Cualquier error en ese sentido puede implicar que el cliente, aunque gustándole el lugar, desista de frecuentarlo y que haga propaganda negativa.
- Calidad de los platos: La comida servida es la verdadera identidad de un restaurante y el motivo para que el cliente vuelva. Por eso, platos elaborados con buenos ingredientes son un diferencial.
- Calidad de los ingredientes: divulgar el uso de marcas conocidas y de confianza en las recetas es una forma de demostrar preocupación por este tema. Un ejemplo puede ser el destaque dado a los productos Hellmann’s en menús y embalajes para viajes en restaurantes. Ese tipo de información le asegura al cliente que el establecimiento hace énfasis en la calidad tanto como él.
Servicio y atención: un equipo bien entrenado, eficiente y simpático cautiva a los clientes y contribuye para que el momento de la comida sea una experiencia agradable de principio a fin. Ser organizado a la hora de hacer los pedidos y cerrar la cuenta, y estar siempre listo para resolver imprevistos, deben tenerse en cuenta siempre.